SALVE

La oración Salve se le reza a la Virgen María madre de Jesús, se saluda y ruega a la virgen, el encuentro con ella siempre se realiza simbólicamente. Con esta oración le pedimos por nuestra salud y rogamos por nuestra protección todos los días, que nos guíe y nos aleje de todo mal orientándonos por el camino del bien y de la paz. Esta plegaría contiene magia en cada una de sus palabras y siempre que oremos esta oración nos dirigimos con imaginación poética y celestial hacia ella, con su hermoso rostro en nuestro pensamiento, cada vez que pronunciemos estas palabras. La virgen María siempre representara fuerza en la vida, y nos acompaña en todo momento en nuestros corazones y mentes, como hijos que somos de ella. La Salve, significa en muchos casos en situaciones de desgracia o sufrimiento, por la cual es bueno rezarla constantemente.

Se recomienda hacer esta oración Salve por las mañanas antes de empezar el día para pedir que nuestras agonías disminuyan y tener más cerca de nosotros a la virgen María, protegiéndonos y salvándonos de todo mal. Rezar igualmente en las noches para agradecer y seamos escuchados.

La oración de la Salve

Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra:
Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

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