La oración a San Pedro para abrir camino es una plegaria que nos ayuda a traer, la abundancia, el respeto y el amor a nuestra vida.
San Pedro para todos los católicos es el apóstol encargado de fundar la iglesia, es la piedra central de todo lo que rodea el cristianismo, por eso esta petición tiene un sentido único, ya que él, Pedro, el constructor y fundador de nuestra religión, por lo que pedirle que nos abra el camino es poner nuestra fe en el mismo Santo que pensó y vio la iglesia cuando todavía no estaba fundada.
La Oración de San Pedro abre caminos es una promesa que este santo nos hace a toda la humanidad, ya que su tarea de fundar la iglesia sigue vigente en estos días, puesto que se sigue construyendo templos por nuevos lugares del mundo, por su gran amor a los hombres, al igual que apóstol San Pablo.
Que nos habla la Oración de San Pedro abre caminos
Esta plegaria nos habla de hermandad que tiene los Santos Pedro y Pablo por los hombres, también nos habla de que fueron testigo de las palabras de Jesús.
Nos orienta a renunciar a todo lo dañino de nuestra vida y aprende aceptar las cosas para poder avanzar en nuestra senda, invita a todas las personas a seguir este sendero para llegar con Nuestro Señor.
Oración a San Pedro para abrir Caminos
Oh Gloriosos apóstoles San Pedro y San Pablo,
infundidos con la más pura llama de amor
a Dios y a los hermanos;
grandes testigos de Jesucristo,
elegidos como máximos pastores de la iglesia
e instrumentos de la salvación,
que merecisteis la enorme dicha
de vivir en persona la Palabra Evangélica
y ahora gozan de la gloria eterna en el Cielo:
les suplico pidáis por mí a Jesús y María.
Bendito san Pedro, amigo apasionado de Jesús,
elegido por Cristo para ser la “roca” de la Iglesia,
que aceptaste con humildad tan gran misión
hasta la muerte en el martirio,
guía cada día mis pasos y alimenta mi esperanza.
Abre y despeja mis caminos, dame fortaleza y valor,
dame protección, prosperidad y ventura
líbrame de cadenas, ataduras y cárceles,
defiéndeme con tu poder
para que no me alcance daño ni desgracia,
aléjame de la ira del enemigo,
haz que la ruina y la miseria no se den conmigo
y que salga victorioso en las más duras pruebas,
que el amor, la verdad, la justicia y la paz
siempre estén en mi vida y mi hogar.
Bienaventurado San Pablo
que de perseguidor pasaste a ser fiel predicador,
modelo de entrega y servicio
y valiente constructor y difusor de la Palabra de Cristo,
muéstrame el mejor sendero, elimina los obstáculos,
y alcánzame los dones más excelentes de Dios.
Aléjame de ofensas, discusiones, violencias y peleas,
líbrame del engaño, la envidia, la mentira y la falsedad,
haz que la calumnia y murmuración no me lastimen,
lléname de amor, hacia mi familia, mis amigos y al prójimo,
y sobre todo llena de amor mi vida sentimental,
dame un compañero-a comprensivo, amoroso y fiel,
vela por mí, allana mis caminos y cuídame.
Santos apóstoles San Pedro y San Pablo,
valiosos protectores y ayudantes de los fieles en la tierra,
les pido merecer, por vuestra intervención
la eterna bienaventuranza
les ruego acepten mis humildes peticiones
y que las lleven al Cielo
depositadlas ante la mirada maternal de la Virgen María
para que, junto a vosotros, intercedan por mis necesidades,
y pedan a Jesucristo, nuestro Señor, me sean concedidas.
Él que vive y reina en la unidad del Padre y del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.