Acuérdate, es una de las mejores oraciones para mostrar NUESTRA FE y confianza a la Virgen María, es la oración de Acordaos. Y es que la Madre María es una madre que siempre se encuentra pendiente de todos nosotros. En esta oración se puede observar la súplica de un hijo que tiene la necesidad de que se le apliquen los cuidados maternales para lograr batallar contra las tentaciones que les brinda el enemigo.
La Virgen María y la oración de Acordaos
En la oración de acordaos se puede observar a un hijo que la ruega de manera muy humilde, la protección de la siempre poderosa Madre de Dios, para que esta no lo deje solo en ninguna circunstancia. Un hijo que tiene bien claro que sin la ayuda de la Virgen no podría salir victorioso de ninguna manera en las batallas que se le presentaran en su camino y que tendrá que enfrentar para lograr alcanzar la Gloria del cielo.
La oración que lleva como nombre “Acuérdate”, algunas veces es conocida como: “acordaos” que es bastante antigua, inclusive más que San Bernardo. En ellas podremos saber que el amor que nos brinda la Virgen María es mucho más grande que cualquier otro amor que pueda brindar una madre, ya que esta nunca nos olvidara. Ella no menosprecia nuestros ingenuos modos de acercarnos a ella.
Oración de Acuérdate dice:
Acuérdate Acuérdate,
¡Oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza, a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!, no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente.
Amén
Siempre seremos los hijos de la Virgen María
Nuestra Madre la Virgen María, ella sabe que en vida espiritual somos como pequeños niños, y la mayoría de los niños son muy distraídos y olvidadizos. Ella también sabe que los niños siempre la recuerdan y que jamás la olvidan, siempre está pendiente de nosotros, y es la más humana de todas las criaturas. Por motivos como este ella siempre nos comprende de muy buena manera y le encanta oírnos cuando hacemos nuestras plegarias, ya que con ello, ella logra percibir el calor de nuestra filiación sentida.